El trabajo con maquetas va más allá de la mera representación de la arquitectura: es una herramienta fundamental para concebirla. Se trata de un proceso donde se piensa con las manos, que aporta una dimensión adicional al diseño, involucrando más sentidos y enriqueciendo la comprensión del proyecto en todas sus etapas. En definitiva, la producción de maquetas permite llegar a lugares que el dibujo no alcanza.
Philip Jodidio destaca el inusual enfoque de Fran Silvestre Arquitectos hacia los nuevos diseños, señalando una dedicación especial a las maquetas como principal herramienta creativa. Según Jodidio, esta aproximación acerca el trabajo más a escultores como el admirado Andreu Alfaro que a arquitectos tradicionales que mantienen el boceto como modo primario de expresión.
Desde las primeras etapas, el estudio persigue resultados con precisión, utilizando materiales que permiten desarrollar geometrías complejas con técnicas sencillas.
La selección que se expone representa una parte de las maquetas elaboradas durante 25 años por Fran Silvestre Arquitectos. Estas piezas realizadas a mano corresponden a proyectos de tipologías, escalas y localizaciones variadas, y cumplen funciones diversas: desde comprender los volúmenes y su relación con el entorno, hasta resolver y explorar cuestiones espaciales o detalles constructivos.
David Cohn señala que la arquitectura del estudio no es esencialista ni tampoco busca una autenticidad perdida y arraigada. Comenta que los proyectos, a pesar de su abstracción, tratan más del problema en cuestión, y de cómo crear un entorno para la vida cotidiana que nos eleve fuera de lo común, hacia un compromiso sensual más completo y despierto con nuestro entorno.